IVA inc.

En el momento en el que la vida útil de un vehículo llega a su fin, es el momento perfecto para pensar en la gestión de residuos y en su reciclaje, logrando de esta forma poder reaprovechar todos los elementos a los que se les puede sacar partido, y gestionar de una manera más sostenible y con un menor impacto medioambiental todos aquellos que tengan que ser desechados.

 

El reciclaje de vehículos, una práctica de carácter obligatorio

La sociedad cada vez es más consciente de la importancia que tiene el proceder a reciclar adecuadamente todos los materiales y elementos que hay en nuestro entorno y que, una vez que llegan al final de su vida útil, pueden ser reaprovechados.

En este sentido, los vehículos forman una parte muy importante del aprovechamiento si se busca reducir el impacto medioambiental, ya que son miles los vehículos que cada año llegan a su vida útil, los cuales todavía pueden seguir prestando un servicio siempre y cuando sean reciclados y gestionados de manera adecuada.

Esto ha hecho que en los países occidentales se establezcan leyes a través de las cuales se obliga a proceder a la realización del reciclaje completo de los vehículos, para lo cual se crean o autorizan centros específicos que serán los únicos capacitados legalmente para llevar a cabo este proceso.

El objetivo es controlar que el reciclaje de los vehículos se lleva a cabo de manera correcta, evitando de esta forma que buena parte de este aprovechamiento se desprecie precisamente por no llevar a cabo una gestión adecuada por desconocimiento o por intereses económicos.

Además, esta responsabilidad también tiene un componente muy importante que es la seguridad, es decir, los centros de tratamiento autorizados han recibido la formación necesaria que les va a permitir saber cómo gestionar correctamente cada recurso del vehículo, evitando que los líquidos, baterías y otros elementos que no se pueden reaprovechar, queden abandonados a su suerte pudiendo contaminar el aire, agua o tierra.

Tal y como vamos a poder observar a continuación, los vehículos cuentan con un elevado porcentaje de materiales y elementos que se pueden reciclar, lo que quiere decir que el proceso va a permitir sacar partido de nuevo a ese vehículo mediante una transformación y aprovechamiento de elementos específicos.

Esto nos ayuda a reducir sustancialmente el impacto medioambiental, abogando por un futuro mucho más sostenible donde los materiales no sólo no se convierten en residuos, sino que además también disfrutan de una nueva vida útil que podrá estar encaminada tanto al ámbito de la automoción como para cualquier otro uso y transformación de tipo industrial.

Hay que tener en cuenta que estas leyes no inciden negativamente en los propietarios que tienen vehículos al final de su vida útil, ya que todo el proceso de reciclaje será llevado a cabo por el centro, lo que significa que los usuarios no tienen que realizar ningún proceso que sea complicado, sino tan sólo ponerse en contacto con estos centros y solicitar que su vehículo se gestione de manera correcta y en base a la legalidad vigente.

Cómo es el proceso de gestión de residuos cuando el coche finaliza su vida útil ? 

Los vehículos al final de su vida útil, denominados mediante las siglas  VFU (vehículo fuera de uso), deberán seguir un proceso determinado que será el que permitirá descontaminarlo, aprovechar las piezas, reutilizar los materiales y deshacernos de sus residuos de la forma más sostenible y segura a nivel medioambiental.

Es por ello que, una vez que un vehículo llega al final de su vida útil, deberá ser remitido a un centro autorizado de tratamiento, conocido por las siglas CAT, donde se realizará un proceso que podemos resumir de la forma siguiente:

  • Se gestiona la baja del vehículo

  • Se procede a su descontaminación. (separar los líquidos forma parte de la descontaminación)

      Descontaminar incluye: líquidos, baterías, neumáticos, cristales, y otros elementos contaminantes

          3. Se separan los líquidos, las piezas, la chatarra y los plásticos, llevando a cabo el siguiente proceso:

o   Líquidos: deberán ser remitidos a un gestor de residuos peligrosos para su correcto tratamiento y deshecho.

o   Piezas: aquellas que puedan ser reutilizadas, se prepararán para su venta como piezas de coche de segunda mano, mientras que las que ya no se puede reparar, se envían a una empresa que se dedica a la fragmentación para su posterior reciclaje.

o   Chatarra: será transportada a una fragmentadora con el objetivo de proceder a su reciclaje.

o   Plásticos: en el caso de los polímeros, se dirigirán directamente a los vertederos, mientras que los monómeros serán reciclados.

·       Todas las piezas y chatarra que pasan por la fragmentadora, recibirán un tratamiento en función de sus posibilidades de uso y reciclaje:

o   Vidrio: se procederá a su reciclado.

o   Hierro: el hierro se puede reciclar en su totalidad.

o   Otros metales: todos los metales distintos al hierro también se podrán reciclar.

o   Neumáticos: se llevará a cabo su reciclaje.

o   Plásticos: tras la fragmentación, los plásticos polímeros se llevarán al vertedero, y los monómeros se podrán reciclar.

o   Materiales de rechazo: se llevarán a una planta de medios densos, a través de la cual se procederá a su tratamiento de manera que los elementos que sean rechazados de nuevo se dirigirán al vertedero, mientras que los que sean aprovechables como es el caso de metales y vidrio, que se reciclarán.

Una vez que el vehículo ha sido completamente gestionado, podemos encontrar tres posibilidades:

·       Materiales reciclables: se destinarán a las diferentes industrias para su nueva transformación, pudiendo ser así reaprovechados.

·       Materiales no reciclables: en este caso, los materiales serán dirigidos a una planta a través de la cual nos desharemos de ellos de forma segura, evitando que puedan contaminar en el futuro.

·       Piezas reutilizables: son piezas de desguace que los propietarios de coches podrán comprar a un precio mucho más económico y con las máximas garantías.

Tal y como podemos observar, la mayor parte del vehículo se puede reaprovechar una vez que ha llegado al final de su vida útil, para lo cual deberá ser sometido a un proceso de descontaminación, separación, gestión de residuos y reciclaje, tras lo cual, se obtendrán por una parte piezas que se pueden volver a utilizar en otros vehículos, y materiales reciclados que se podrán tratar y gestionar con el objetivo de transformarlos de nuevo para su utilización.

 

Producto añadido a la lista de deseos